El canto gregoriano en la Catedral de Guadix

Desde la erección de la Catedral de Guadix en 1492, por bula entregada al Cardenal Mendoza, la música dentro de la Catedral accitana ha sido de gran importancia.  No en vano en dicha bula se instituye la figura de Chantre dentro del Cabildo Catedral. A la Catedral de Guadix, en la cual oficiaban unos setenta ministros (que contemplaba la bula de erección), se la dotó de la figura de un sochantre, encargado del canto llano del coro y de la formación músical de los jóvenes que iniciaban estudios clericales y musicales en general.

La Bula de Erección de la Catedral accitana recogía que las celebraciones de Misas y el Oficio Divino, debían regirse por "la costumbre de la Iglesia Romana" y el canto en particular se regiría por la tradición de la Iglesia Toledana (no en vano, el cardenal Mendoza presidía la silla de la catedral primada en ese momento). Dado el alto número de dignidades, canonicatos y capellanías contempladas en la bula de erección, así como la construcción de un nuevo templo más grande, en el año 1506 el Papa Julio II tuvo que reducir el número de dignidades (ya que la Catedral no podía asumir esta cifra),  favoreciendo así con los años la creación de la primera capilla musical. De gran importancia para el Cabildo Catedral fue siempre la capilla musical y la dedicación de esta en los cultos catedralicios, ya que los músicos asalariados de la que se componían, siempre mantuvieron sus rentas dependientes de la Catedral, asegurando así su continuidad salvo en situaciones de extrema pobreza y necesidad.

Según la consueta de la Catedral Accitana del año 1557 (compendio de reglas que rigen el funcionamiento eclesiástico), de clara influencia tridentina, se establece la obligación de que los clérigos asistan en el coro a todas las horas de forma correcta. El encargado de mantener esta corrección era el sochantre, responsable también del canto llano en las horas y de la manera de interpretación de las mismas dependiendo de la importancia del día y del calendario litúrgico (modificando la velocidad en el canto gregoriano), siendo "cantadas" o  "a tono" o con acompañamiento del órgano. También estaba obligado a impartir un hora diaria de canto llano a los miembros del coro o fuera de este que tuvieran inquietudes por aprender música. El sochantre también debería proveer con anticipación los libros necesarios para cada hora, ayudado de los versicularios que eran los que trasladaban los libros desde la biblioteca hasta el facistol. A finales del siglo XVI la Catedral disponía de toda una colección de libros de cantoría.  Según la consueta existían dos tipos de cantos "fabordón" (polifonía improvisada sobre gregoriano) y "de órgano" reservados a la capilla de música y no al coro. La polifonía tradicional se interpretaba en Misas de mayor categoría de rito. El canto de órgano se interpretaba en himnos y magnificat de las vísperas más importantes y en las Misas de Navidad. Reyes, Resurrección, Corpus, Asunción y Natividad de la Virgen. De igual manera el canto polifónico también era muy importante sobre todo los sábados con las salves a la Virgen y las "Pasiones y Lamentaciones" del tiempo de Semana Santa.

Fuente Bibliográfica:  La Catedral de Guadix. Magna Splendore