Referencias sobre la devoción a San Fandila en Guadix
(Publicado en el Opúsculo anual Nieve y Cieno AD 2020)
San Fandila fue un presbítero accitano símbolo de la Iglesia mozárabe que fué martirizado en Córdoba allá por el año 853 en tiempos del emir Abd al-Raűmān II. Natural de Guadix, nacido cerca de la calle Mensafíes, fue enviado a Córdoba para realizar estudios religiosos, educándose en distintas escuelas mozárabes tales como el monasterio tabanense (prestigiosa institución del momento dirigida por el abad Martín), y el monasterio de San Salvador de Peñamalaria, situado cerca de la parte norte de la ciudad de Córdoba, muy cerca del conocido pico Melar, tal y como lo citaba San Eulogio cuando hablaba del mártir Fandila. Ordenado Sacerdote tras las numerosas peticiones y ruegos de los monjes del monasterio de San Salvador, desarrolló una amplia labor pastoral destacando por sus obras. A consecuencia de la predicación del Reino de Dios y ante el desafío que dicha predicación suponía para la ley islámica, fue encarcelado, muriendo decapitado el 13 de Junio del año 853 en Córdoba.
Tiempos difíciles vivieron los cristianos mozárabes que vivían en el sur de Al-Andalus allá por el siglo IX de nuestra era. Fandila perteneció al grupo de los denominados "mártires de Córdoba", los cuales fueron animados por San Eulogio (presbítero y también mártir que vivió entre el 800 y el 859), siendo éste el principal exponente de la escuela mozárabe cordobesa. Elegido arzobispo de Toledo en el 858, San Eulogio fue ejecutado antes de su consagración, animando a sus compañeros a predicar el Evangelio hasta las últimas consecuencias. Gracias a las narraciones realizadas por San Eulogio en "Memoriale Sanctorum", en el martirologio de Usuardo, y al Acta Sanctorum, donde diferentes autores han recogido y escrito sobre la vida de San Fandila, han llegado hasta nuestros días las pocas fuentes de la que se dispone para conocer la presencia de San Fandila en Córdoba, su estancia y formación en los diferentes monasterios ya citados y su martirio junto con el de otros compañeros mártires en la ciudad califal.
En la ciudad de Guadix, San Fandila fue un referente para la Iglesia Mozárabe, un símbolo al igual que San Torcuato representativo de la tradición cristiana, teniendo culto propio y ermita en el extrarradio de la ciudad y cuya devoción impulsada por su martirio se transmitió seguramente de manera oral entre los vecinos del barrio de la Magdalena (hoy barrio de San Miguel) de donde San Fandila era natural. No es de extrañar por tanto que una vez reconquistada la ciudad por los Reyes Católicos se retomaran estas devociones escondidas u olvidadas y que antaño estuvieron presentes en la religiosidad popular seguramente con jubileos e indulgencias,
Según el historiador accitano Santiago Pérez López en un artículo publicado en Wadi-as sobre la ermita levantada en honor de San Fandila, el autor la sitúa en el extrarradio de la ciudad de Guadix, en el barrio de la magdalena seguramente al final de la calle Mensafiés donde San Fandila había nacido. La ermita construida a San Fandila fue reconstruída en varias ocasiones y la mantención de la misma estaría a cargo de fieles devotos al Mártir. Continua el historiador describiendo la situación de la ermita como alejada del centro de la ciudad y que las reducidas dimensiones de la misma perjudicaron al culto y por tanto la devoción fueron decreciendo, es por esto que un fiel devoto de San Fandila propuso al entonces Obispo de Guadix, el Obispo Bocanegra y Givaja en el año 1773, la construcción de una nueva ermita de mayores dimensiones "En el sitio y calle pública qe sale para Sn. Lázaro". Marcos de Rienda, que según cuenta el historiador, fue el que edificó por su cuenta la nueva ermita, solicitó a la autoridad eclesiástica que en la nueva ubicación se mantuvieran los usos y prevendas vigentes en la antigua ermita del mártir, que se mantuviera la celebración de la Santa Misa diaria y que se realizara el traslado de la imagen titular mediante una procesión. La nueva ermita se bendijo el 8 de Marzo por el fiscal general, José Rodríguez, quien habiendo visitado el recinto, y estando éste acorde para la celebración del Santo Sacrificio, celebró la primera Misa y encargó a Marcos de Rienda el mantenimiento de la misma. Tras la muerte de este, y en momentos en los que la religiosidad popular estaba alejada de un oficialismo en la religión católica que pretendía el rey Carlos III, se produjo un gran deterioro en la nueva ermita, obligando a la viuda de Marcos Rienda, Antonia González (tal y como continua narrando el historiador) a poner la situación en conocimiento de la autoridad eclesiástica, aludiendo que el lamentable estado que presentaba la ermita, impedía la celebración de la Santa Misa diaria y el culto al titular salvo el día de su festividad. Por lo que pedía que previo inventario se trasladara la imagen y objetos de valor a la parroquia de San Miguel y que los gastos fueran sufragados por la venta de la campana de la ermita.
Los citados hechos hicieron que la devoción a San Fandila disminuyera y cayera muy rápidamente en nuestra ciudad. Nombres propios de accitanos, el histórico cerro de San Fandila localizado en el barrio de la Magdalena, el retablo que contiene la imagen en la catedral de Guadix, el culto que se le profesa por parte del Cabildo Catedral el día 12 de Junio y algunos grabados que conservan familias accitanas, han permitido que la devoción a San Fandila no cayera definitivamente en el olvido, perdiéndose en el tiempo. En la catedral de Guadix, también se añadió una nueva imagen de San Fandila al coro, obra del imaginero accitano D. Angel Asenjo Fenoy dentro de la recuperación de las obras de los santos que han sustituido a las destruidas en la guerra civil. Pero estas referencias no son suficientes a nuestro juicio para la recuperación y el conocimiento de una gran parte de accitanos a cerca de la vida de un vecino del actual barrio de San Miguel de Guadix, que fue martirizado en Córdoba a causa de proclamar el Evangelio.
Recientemente se ha constituido en Guadix una asociación de fieles católicos que busca recuperar la devoción a nuestro mártir. Dicha asociación, la cual fomenta la tradición litúrgica en la Iglesia Católica, el culto a San Fandila y el canto gregoriano, ha tomado a San Fandila como referente, y bajo su amparo y protección busca recuperar y engrandecer a uno de los Santos propios de Guadix, para que al igual que ocurriera con los mozárabes en los años de dominio musulmán, San Fandila sea un ejemplo y un referente espiritual para los accitanos y para la Iglesia martirial de Guadix.
Referencias:San Fandila, Real Academia de la Historia, Elena Sainz MagañaCatedral de GuadixHagiografia de San Torcuato, Manuel García VegaLos mozárabes en la sierra de Córdoba, Guadalupe Gómez Muñoz.
Antonio Manuel García López
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